Lo que os voy a contar es un dia de verano normal y corriente, bueno no tan corriente para mí, cuando se trata del nacimiento de tu hermano.
Era una tarde de verano, pero no hacia tanto calor como otras tardes...
Mis padres se fueron al hospital y me dejaron con mi abuela. Justamente ese día me tocaba natación, pero yo estaba más pendiente de mis cosas, más bien, del nacimiento de mi hermano. Yo no podía estarme quieta. Cuando se hizo de noche, sonó el teléfono. Mi abuela lo cogió rápidamente.
Más tarde me puse al teléfono y mi padre me dijo:
-¡ Ya ha nacido Hugo !
Yo le preguntré que cuando podría ir a verle. Y él me contestó:
-Mañana por la mañana te iré a buscar.
Entones yo me puse a dar saltos de alegría porque ya había nacido mi hermano e iba a ir a verle.
Fuí a verle varios días al hospital y me hice unas cuantas fotos con él.
Fué uno de los días más felices de mi vida.
Y ahora es una de las personas que más quiero en esta vida , y si le pasara algo me moriría .
Además me lo paso genial jugando con él y haciendo el tonto. Que por cierto se nos da a los dos de maravilla.